El Tió es una tradición navideña de Cataluña en la que se alimenta un tronco de madera con cara sonriente durante varios días y se cubre con una manta para que no pase frío. Cuando el tronco está lleno, se realiza el ritual de "hacer cagar el Tió", es decir, golpearlo con un bastón mientras se canta una canción. Como resultado, debajo de la manta aparecen dulces o pequeños regalos.
Esta tradición simboliza el solsticio de invierno y la celebración de la última cosecha. Antiguamente, se quemaba el tronco para representar el deseo de luz, calor y abundancia durante todo el año.
En las guarderías catalanas y en los últimos años en Mikita, el Tió es una de las celebraciones más importantes. Los niños alimentan al tronco y esperan con ilusión a que "cague" los regalos. Incluso en algunos casos, se crea un "Tió viajero" que sigue la tradición aunque los niños estén de vacaciones en otras ciudades.
La canción del Tió tiene varias versiones, y una de ellas pide que el Tió "cague" dulces como almendras y turrones, y no arenques, que son demasiado salados:
(en catalán)
Caga Tió,
atmelles i turrons,
no caguis arengades,
que són massa salades.
Caga caramels que son dolcets!!
(en español)
Caga Tió,
almendras y turrones,
no cages arenques,
que son demasiado salados.
Caga caramelos que son más dulces!!